Kantupata - Cusco - Perú

Kantupata: Más allá de la arqueología

RAFO LEÓN Y BILLY HARE, DE LA MANO DEL ANTROPÓLOGO THEO PAREDES, NOS NARRAN Y GRAFICAN LA HISTORIA DE UN IMPORTANTE SITIO ARQUEOLÓGICO UBICADO EN EL DISTRITO DE MACHU PICCHU

Por: Gonzalo Galarza Cerf - Fuente: El Comercio

El libro “Kantupata. Más allá de Machu Picchu” es respuesta. Pero, sobre todo, interrogante. Respuesta porque el trabajo iniciado en el 2005 por el arqueólogo Manuel Silva y el antropólogo Theo Paredes en Kantupata demandaba un espacio para la divulgación y promoción de este descubrimiento. Interrogante porque tras la realización de obras de emergencia y limpieza de la vegetación destructiva en la zona se abre el sendero de preguntas que van más allá de la arqueología.

“Más allá de la arqueología porque en un lugar como ese puedes combinar el disfrute estético (una prioridad), y el descubrimiento de una serie de cosas como la vinculación de naturaleza y arquitectura antigua pero en una visión particular. Porque el trabajo que hizo Poqen kanchay fue para mantener la relación entre la flora y la arquitectura; que es una manera de dejar la huella del paso del tiempo. Son una serie de factores que trascienden lo arqueológico o te hacen verlo de una manera más integrada, más completa, menos hiperespecializada y, por tanto, más abierta a espíritus no necesariamente científicos. Eso tratamos de plasmarlo con el equipo en la publicación y me parece que lo hemos logrado”, dice Rafo León, cuyos textos en el libro transforman la lectura en una travesía literaria por momentos.

León ha plasmado su experiencia tras recorrer el sitio arqueológico junto al fotógrafo Billy Hare y la diagramadora Elena González, todos bajo las explicaciones de Theo Paredes, y ha insertado envolventes extractos de la historia de Manuel Silva con Kantupata, que data de 1990: “[...] Los ojos y el rostro de Honorato Huillca se iluminaron por un instante, frunció el ceño y me dijo, casi como en un susurro, bajando la voz para que nadie escuchara: “Doctor Manuel, sabe usted que a dos horas de camino de Intipata, en la parte alta de Torre Pata y debajo del camino inca que se dirige de Phuyupatamarca a Wayractambo, entre lianas, orquídeas, los curcur, intimpas, queuñuas, uncas y árboles que están entre brumas y nieblas espesas, se encuentra una ciudad perdida que solo las aves, los animales y el bosque conocen”.

Pero hay un diálogo entre Manuel Silva y su asistente donde el arqueólogo termina subyugado ante tales revelaciones: “[...] Esa noche, el insomnio me hizo pensar y, entre sueños de fantásticas realizaciones, sentí por primera vez en mi vida mi proximidad con la cumbre que todo arqueólogo ambiciona en su vida: descubrir lo desconocido”.

Rafo León da otras pinceladas: “[...] la honda experiencia estética: estarse entre la bruma, en el silencio absoluto del bosque, ante la contudencia de la piedra, del muro y de la raíz gigante, es una forma de vivir una poesía imposible de encontrar en el mundo de las palabras puras o en el montaje artificial de la vida urbana”.

Quizá por eso sentencia: “Kantupata es arqueología, pero también es poesía”. Pero el libro consta también de información y detalles relevantes para dar nuevos avances que hasta ahora se han visto interrumpidos. “Nosotros no pudimos renovar la autorización con el INC para continuar con una segunda etapa del proyecto, de excavación, investigación y consolidación. Hemos tenido que devolver el dinero”, se lamenta Theo Paredes.

Kantupata, un sitio arqueológico ubicado en el mismo rango que la propia ciudadela de Machu Picchu, es interrogante también porque al parecer algunos no quieren ver más allá. Cuando las respuestas para el mundo de hoy están allí, en ese pasado vivo y memorioso en sus piedras y vegetación, y que debería darse a conocer de forma integrada.


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